miércoles, 11 de febrero de 2015

Acceso a los Productos Farmacéuticos, un tema de Salud Pública.



Mientras en muchos espacios internacionales se habla del acceso a los servicios de salud como uno de los principales derechos de las personas, la revisión en Colombia del acceso a la Farmacia evidencia un verdadero problema de Salud Pública.

Nuestro país adolece de dos situaciones: Acceso a los productos farmacéuticos  y acceso a la información sobre el uso adecuado de esos productos, eso solo como base de la problemática.

El acceso a los productos farmacéuticos  tiene precisamente en las entidades el primer escollo, la figura del "pendiente" especialmente de productos costosos, la burocracia para los productos NO POS, el valor de los copagos o cuotas que a veces supera el de los productos que generalmente son baratos y el negocio de la distribución a través de monopolios ensombrecen el panorama.

A lo anterior se suma el alto valor comercial de los productos en comparación  con otros de la región, pese a la regulación de algunos y para cerrar el negocio, de prescripciones médicas  amarradas a marcas terminan por convertir el problema de salud en un problema social.

Pero no es solo el problema de acceso a los productos, el más preocupante es el acceso a la información  para el uso adecuado.

En los dispensarios la norma prohíbe la comunicación con el paciente para el cual es prácticamente imposible hablar con el profesional autorizado, máxime cuando la ley permite coordinaciones del mismo profesional hasta 5 servicios que terminó convirtiéndose en una Dirección Técnica nominal.

Las personas terminan recibiendo información de empíricos a los cuales nunca se les ha exigido un mínimo de formación académica en el área, además el paciente recibe tratamientos en los medios de comunicación.

En países tan grandes y multiculturales como el nuestro se observan dos tipos de Farmacia: La académica que filosofa sobre lo que no se ejerce y la real que es la que padece el ciudadano.

Siempre hemos planteado que el Regente de Farmacia está en deuda con la sociedad y la profesión, es la solución a la profesionalización de la Farmacia, pero aun le falta identificarse  con su rol como agente sanitario.