domingo, 27 de noviembre de 2016

Si lo vende la Tienda, no lo vende la Farmacia



En mis conferencias una de las inquietudes más frecuentes es el acceso que tienen los pacientes a los medicamentos a través de otros mercados diferentes a la Farmacia, situación que en Colombia es muy común llegando incluso a ser un problema de Salud Pública.

Aunque nuestro país cuenta con una de la legislaciones más avanzadas en el concepto de Farmacia Asistencial ya que desde el 2005 implementamos el concepto de SERVICIO FARMACÉUTICO, en la práctica más del 80% de los productos farmacéuticos se encuentran fuera de las farmacias, por lo que en varias ocasiones he dicho que tenemos dos tipos de Farmacia, la filosófica desde la Academia y la mercantil que sufre la población.

Para llegar al deterioro actual de nuestra farmacia hay que ubicarnos en el contexto del ejercicio profesional del Farmacéutico.

La formación académica de Farmacia tiene casi 100 años en nuestro país, sin embargo el farmacéutico nunca ha sido cercano a la comunidad; para los años 60 la industrialización hizo que la mayoría de los egresados se dedicara a ejercer como Químicos dejando la farmacia comunitaria en manos de empíricos, por lo que en 1967 se decidió la formación de un profesional intermedio que ejerciera en comunidad, el Regente de Farmacia, sin embargo la falta de personal experto en las Farmacias Hospitalaria hizo que ese recurso humano se empleara en ese campo y de nuevo la población quedó sin un experto que lo orientara.

Ante tal situación y en un país tan extenso, el Gobierno Nacional decide en 1974 reconocer la experiencia del personal que ayudaba en la Farmacia con el agravante de no exigir formación académica en el área, ni siquiera un examen básico de conocimientos y lo peor aún, dejar esa condición de manera permanente.

Para solucionar el entuerto el Estado decide que existen dos tipos de establecimientos que pueden vender todo tipo de productos farmacéuticos: la FARMACIA DROGUERIA, que debe ser dirigida por un Químico Farmacéutico o un Regente de Farmacia, y la DROGUERIA que puede ser dirigido por un Expendedor de Medicamentos, como se les denominó a los empíricos. Esto termina de complicarse cuando en el 2009 autorizó la venta de fitoterapéuticos, homeopáticos y esencias florales en establecimientos cuyo responsable solo tiene un entrenamiento de máximo 160 horas.

En semejante escenario no era difícil imaginar que los comerciantes y laboratorios encontrarían el mejor de todos los mercados, comenzando a proliferar las Droguerías las cuales en al actualidad llegan a más del 90% de la población, no hay distancias mínimas por ser un comercio y en la actualidad comienzan a convertirse en supermercados, incluso las cadenas extranjeras han aprovechado esa condición.

Ante la falta de la farmacias profesionales y el hecho de que las Droguerías también pueden vender otros productos sumado a un Decreto del año 2005 que permite la venta de productos OTC en "grandes superficies", el expendio de medicamentos cae en el mercantilismo absoluto.

En nuestro país se puede adquirir medicamentos hasta en bares, muchos productos están en supermercados en una sección que denominan "Droguería", otros tantos se venden en gimnasios, la promoción en los medios de comunicación no se regula debidamente, no hay control en las plazas de mercado donde se venden como potenciadores, incluso se consiguen abortivos por internet.

Lo peor de la situación es que desde la academia solo existen estudios que conducen a lo que todos perciben, no hay promoción del uso adecuado, no hay emprendimiento por parte de los profesionales del farmacia, no hay políticas generadas desde los gremios de profesionales y los droguistas (empíricos) representan un gremio económico que mueve más de $1.700 millones de dolares al año y que ningún laboratorio quiere dejar, sin contar con el mercado en lugares no farmacéuticos.

La solución se encuentra más allá de la normatividad, se encuentra en la conciencia del profesional farmacéutico a partir de las siguientes pautas:

1. Entender desde la Academía que FARMACIA es COMUNIDAD y no solo el apoyo en los servicios hospitalarios, motivar al emprendimiento.

2. Que el Farmacéutico sea visible a la comunidad, que salga del escritorio, que entienda que es el profesional de salud más importante por su cercanía, se que sea familiar al paciente.

3. Que el Farmacéutico DISPENSE, que entienda que esa es su labor asistencial, la cual dejó en manos de auxiliares para no salir de su zona de confort.

4. Presionar a los laboratorios para que encaucen la venta de medicamentos en la Farmacia, en mi caso tengo una consigna: "si la vende la tienda, no lo vende la farmacia".

Muchos buscan leyes que obliguen a los cambios en la farmacia, lo que hay que buscar es que el Farmacéutico ejerza, que comprenda que en sus manos está su profesión y que para ello debe trabajar con la comunidad para luego exigir cambios normativos.

"La Farmacia es el Farmacéutico, no es un frasco en un estante. Solo así seremos útiles a la Sociedad"

Fabio Alberto González Salgado

domingo, 13 de noviembre de 2016

Administración en Salud, el sofisma para evitar profesionalizar al Regente de Farmacia


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Un grupo de estudiantes de Regencia de Farmacia se han puesto en la tarea de averiguar porque no hay especializaciones prácticas para su carrera, la única que encuentran no es clara: "Especialización Tecnológica en Regencia de Farmacia" ¿cuantas empresas requieren un Regente de Farmacia especializado en lo que estudió? ¿existe una especialización en odontología para odontólogos?

En su investigación recurrieron a preguntarle a su Universidad porqué no los especializaba, la respuesta es que se estaba buscando profesionalizarlos, ya que por error u omisión el Regente de Farmacia quedó en un limbo denominado TECNOLOGÍA PROFESIONAL UNIVERSITARIA, que tiene responsabilidades profesionales pero que no se le permite acceso a la educación superior, una restricción por cierto ilegal.

Esa noticia es muy buena, lo malo es que esa universidad, igual que muchas otras, pretenden homologar su formación como Regentes de Farmacia para que puedan graduarse como Administradores en Salud ¿?, es ahí donde surge la duda ¿esto es compatible?

Desde el punto de vista de servicio a la comunidad no, no es compatible ser Administrador en Salud por haber sido Regente de Farmacia, eso es como decirle a un Enfermero Jefe que luego se vuelva Farmacéutico. 

Estas son mis razones:

1. La Farmacia en Colombia es manejada en más de un 80% por empíricos, esto es un problema de Salud Pública.
2. La Regencia de Farmacia nació para "Recuperar la Farmacia por la Salud del Pueblo" (Universidad de Antioquia, 1967).
3. El Regente de Farmacia está en mora de ejercer en Comunidad, ha perdido tanto su identidad profesional que en muchos se forman con otros profesionales y la gran mayoría cree que debe ser apoyo de un servicio hospitalario.
4. La Regencia de Farmacia es la única profesión de salud en Colombia que da autonomía para emprender y ser exitoso en campos afines.

Al Regente de Farmacia convertirse en Administrador en Salud, pierde su sentido de profesional del área farmacéutica y sobre todo de ser el profesional de salud más importante de las comunidades.

Observemos el perfil profesional del egresado en Administrador en Salud de la UNAD:

  • Administrador estratégico, táctico y operativo en las organizaciones del Sector Salud identificando y optimizando la gestión de los riesgos de las mismas.
  • Coordinador de  acciones intersectoriales y transectoriales en salud con entidades territoriales,  gubernamentales, prestadoras, aseguradores, sector público y privado para desarrollar y articular políticas públicas, estrategias y programas que contribuyen al mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades.
  • Líder en la implementación y gestión de  proyectos para definir las necesidades de salud de las poblaciones y establecer prioridades de intervención que permitan la dinamización de la prestación del servicio en los diferentes niveles de intervención.
  • Asesor en la formulación de planes de desarrollo y gestión  de acuerdo  al manejo de los componentes administrativo, organizativo, económico, financiero, social, técnico, operativo y contable de las organizaciones del sector salud.
  • Dinamizador del trabajo multidisciplinar y  las políticas públicas con el fin de propiciar el desarrollo de políticas locales a través de la participación comunitaria y Ciudadana.
  • Asesor en la implementación de sistemas de calidad e información para la gestión en las organizaciones del sector salud de manera innovadora.
  • Líder en la implementación de la Telesalud y particularmente de la Telemedicina en las instituciones prestadoras de salud, que permita aumentar la resolutividad de los servicios de salud haciéndolos mas eficientes y efectivos.

Si es por ser administrador como algunos lo plantean, entonces la opción que un tiempo hubo en Antioquia para homologar como Administradores de Empresas es la apropiada ya que nos permite manejar nuestras cadenas de farmacias.

El fondo de este tema está en no dar oportunidad de que el Regente de Farmacia tenga un título universitario acorde a su responsabilidad social, y aunque muchos se han titulado como Químicos Farmacéuticos en la UDCA o en UdeA, esta opción no aplica para todos y no es realmente una homologación a los Regentes de Farmacia.

¿Cómo hacerlo entonces?

Para comenzar es importante que el gremio asuma su responsabilidad en la feria que dejamos convertir la formación de Regentes de Farmacia, el solo hecho de que la gran mayoría de los estudiantes nunca han compartido con colegas expertos y sobre todo emprendedores ha traído miles de colegas ejerciendo como auxiliares.

La otra es promover Especializaciones con aplicación en el mercado laboral: FARMACIA COMUNITARIA, FARMACIA HOSPITALARIA, ASISTENCIA FARMACÉUTICA, FARMACIA MAGISTRAL, GESTIÓN DE SERVICIOS FARMACÉUTICOS.

Una vez se haya retornado a la senda de una profesión, comenzar a buscar los dos semestres adicionales para ser profesionales y servir realmente a la comunidad.

Los estudiantes de este tema me decían adicional que si les permiten ser administradores en salud, se pueden especializar y tener mejor salario, les dejé un dato: Un Regente de Farmacia con 2 Droguería puede ganar lo de unos 4 Regentes de Farmacia en un Hospital, e incluso muchos ganan más que un médico general.

Vamos para 50 años de profesión y aún creemos que las decisiones las debe tomar otro.

domingo, 23 de octubre de 2016

¿Quien controla el expendio de medicamentos en Colombia?

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Una de las inquietudes más usuales en mis conferencias sobre "El Arte de Dispensar" y "Asistencia Farmacéutica" es sobre el control del expendio de medicamentos en Colombia, un tema que ya comienza a ser un problema de salud pública.

Además de las preguntas en mi clase, lo que motiva este blog es la visita que hice a la bicicletería que hay cerca a mi farmacia y donde me ofrecieron multivitaminicos "especiales para deportistas", además de haber observado la cantidad de productos "energizantes" y "estimulantes" que se encuentran en la sección de comidas de la plaza de mercado cerca al instituto donde coordino el programa de Farmacia.

En nuestro país se desbordó la oferta de medicamentos a todo nivel, entre los diferentes sitios encontramos:

- Tiendas de barrio, donde se encuentran además de productos OTC antibióticos como amoxicilina
- Gimnasios donde además de multivitaminicos se ofertan medicamentos por vía parenteral.
- Pañaleras donde además de leches de formula se encuentran productos dermatológicos de venta bajo prescripción
- Sitios de Internet donde se puede conseguir misoprostol y las indicaciones para abortar
- Revistas de perfumería y ropa interior que ofertan fitoterapéuticos.
- Médicos que prescriben productos que solo se pueden adquirir en empresas que llevan a domicilio
- Programas de televisión que tras el nombre de programas educativos terminan promocionando productos farmacéuticos.
- Las mismas Droguerías que venden medicamentos sin exigir prescripción médica y que denominan OTX

Esto no es nuevo, es el resultado de la bola de nieve que se creo desde 1971 cuando se permitió el empirismo en la Farmacia, práctica que fue reconocida por ley en 1974, fenómeno que sumado al ingreso de dineros turbios al sector causaron un crecimiento de las "Droguerías" hasta el punto que prácticamente desaparecieron las Farmacias.

Aclaro para mis lectores en otros países que en Colombia las "Farmacias" se diferencian de las "Droguerías" en que las primeras deben ser dirigidas por Químicos Farmacéuticos y/o Regentes de Farmacia además de poder manejar productos magistrales, en tanto que las segundas no pueden manejar productos magistrales, pueden vender todo tipo de productos farmacéuticos y pueden ser dirigidas por personas sin ningún tipo de formación académica en el área.

Es tal el impacto de la Droguería en Colombia que mientras deben existir unas 25.000 en todo país (no hay datos concretos ya que muchos establecimientos se ocultan bajo otras figuras pero venden medicamentos), las farmacias no llegan a las 1.000. (datos no oficiales).

Pero más allá del expendio del medicamento es la facilidad que tiene el usuario para acceder al medicamento y las autoridades, comenzando por el INVIMA, parecen darse por desentendidas, además no existen ningún solución a la vista.

Son varios los causantes de esta problemática:

1. Las leyes que permiten el empirismo en el sector
2. El gremio de Droguistas que no están interesados en la profesionalización del sector.
3. Los laboratorios farmacéuticos que se benefician con la venta indiscriminada
4. Los comercializadores de productos farmacéuticos que incentivan la venta de otros productos no farmacéuticos generando una cultura hacia el supermercado que además vende medicamentos.
5. La falta de control de las autoridades sobre la promoción y venta de productos farmacéuticos
6. La facilidad para registrar fitoterapéuticos y suplementos dietarios que luego se promocionan como medicamentos.
7. La promoción de los médicos de productos farmacéuticos "exclusivos"
8. La falta de interés de los gremios de farmacéuticos e instituciones de formación en estudios que evidencien y socialice el impacto de la venta indiscriminada de productos farmacéuticos

Posiblemente lo más preocupante es el silencio del gremio de farmacéuticos profesionales para quienes al parecer solo existe la farmacia hospitalaria de mediana y alta complejidad, y lo peor aún, los Regentes de Farmacia que desde hace 50 años se forman para la Farmacia Comunitaria y finalizan como apoyo administrativo.

Esto ratifica lo que desde hace años planteo: En Colombia hay dos tipos de Farmacia; la que se enseña en la academia y a la que está expuesto el usuario.

La única forma de frenar este tipo de actividades que se basan en la comercialización indiscriminada, es comenzar por concientizarnos como profesionales que la Farmacia es parte integral de la comunidad y que como tal nuestra labor está en recuperarla por la salud del pueblo.

Mientras esto ocurre los extranjeros que llegan a nuestro país a través del aeropuerto El Dorado no encuentran una "Farmacia", ya que lo que hay es una "Tienda Droguería".

domingo, 17 de julio de 2016

¿Hasta cuando Droguerías?

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Cuando un extranjero llega a Colombia lo primero que nota es que en nuestro país no hay Farmacias como en todo el mundo, tampoco se ve la Cruz Verde como identificación genérica, solo ver que si entra por el aeropuerto El Dorado lo que encuentra es una "Droguería", que el país habla de "Droguistas" y que muchos se consideran así mismos "Tiendas".

Cuando doy conferencias o escribo sobre este tema debo ajustar mi terminología si es para Colombia (Droguería) o si es para otros países (Farmacia), y a veces se me va el término Colombiano y me toca explicar que en nuestro país se denomina "Droguería" porque no se requiere idoneidad para ejercer la Farmacia. Ahí se complica la cosa.

En Colombia la norma establece una clara diferencia entre quien ejerce como profesional en una Farmacia y se conoce como "Farmacia Droguería" y quien lo hace sin necesidad de estar capacitado académicamente y se denomina "Drogueria", esto sonaría bien si a la Droguería se le limitara las actividades y solo pudiese manejar productos de venta libre, pero no, la Droguería representa más del 80% del mercado farmacéutico y puede vender todo tipo de productos sin restricción. 

Si revisamos la normativa nos daremos cuenta que no hay mayor diferencia entre Farmacia Droguería y Droguería, lo único es la elaboración de magistrales, tema que no le interesa al droguista que al final es un comerciante en un mercado especializado, es tan comerciante que vende líneas diferentes a la Farmacia tales como alimentos, licores y miscélanea, muchos se llaman Minimarket, todo con el visto bueno de las autoridades que incluso exigen un curso de "manipulación de los alimentos"

Se pudiese pensar que esto no tiene mayores consecuencias, sin embargo en el concepto de Farmacia como parte esencial de la comunidad, el problema es que la ausencia de farmacias profesionales impacta en la salud publica ya que la población no cuenta con el farmacéutico como agente sanitario y termina en manos de comerciantes.

El Ministerio de Salud está en mora de comenzar a rediseñar el modelo actual de Farmacias en Colombia, debe pensar en la salud pública y no solo en los intereses comerciales de los droguistas, es inconcebible que en pleno siglo XXI el modelo de farmacia se base en un modelo económico que existía en los años 70 del siglo pasado.

¿Como hacerlo? Estableciendo una clara diferencia entre FARMACIA y DROGUERÍA, dejando a la segunda como un establecimiento comercial de medicamentos de venta libre y productos para la salud con la presencia obligatoria de personal idóneo, mínimo Técnicos en Farmacia, y dejando la venta de productos bajo prescripción a la Farmacia que además tendría que realizar labores de farmacovigilancia y formar parte de una Red Nacional de Atención Farmacéutica.

Si bien es cierto que algunos droguistas son Regentes de Farmacia, el gremio de Droguistas no ha hecho esfuerzos serios para exigir a sus miembros a que el Director Técnico sea un Regente de Farmacia, sus esfuerzos son aislados tanto que ni siquiera las opciones de programas de Regentes Exprés les han servido para profesionalizarse. No hay una política clara, la idea es seguir aprovechando su condición de Droguistas.

Pero también hay otros responsables de esto: Los Regentes de Farmacia que no entendimos que es la Farmacia Comunitaria la razón de ser de la profesión ("Rescatar la Farmacia por la Salud del Pueblo"), la academia que desconoce la importancia del Regente de Farmacia y sigue insistiendo en formar "apoyo" del Químico Farmacéutico y los Químicos Farmacéuticos que desde 1967 se desentendieron de este mercado.

Como docente y Regente de Farmacia en ejercicio siempre he creído que la solución está en una política que podría aplicarse en el tiempo así:

1. 5 años de plazo para que todo el personal que labora en Droguerías sea como mínimo Auxiliar en Servicios Farmacéuticos

2. 10 años para que los actuales "Expendedores de Medicamentos" se forman como Regentes de Farmacia

3. En un plazo de 5 años diferenciar la "Drogueria" de la "Farmacia", limitando la primera a la venta de medicamentos de venta libre y productos para la salud que no formen parte de terapias médicas, como algunos dispositivos médicos.

4. Suspender la figura de capitación de entrega de medicamentos a las EPS y trasladar esa responsabilidad a las Farmacias para aumentar la cobertura bajando costos de operatividad.

Muchas Droguerías y muchos Droguistas se han preparado para este momento, esto no afectaría su negocio, por el contrario sería el respaldo a una labor que vienen realizando al servicio de la comunidad.

Temas como estos son los que deberían de debatirse en la Política Farmacéutica Nacional, mientras seguiremos con un modelo donde se impone las condiciones de los mercaderes por encima de las necesidades de la salud.

jueves, 9 de junio de 2016

El negocio de NO entregar medicamentos.

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Posiblemente ningún Colombiano se ha librado de alguno de estos dos términos cuando desea reclamar los medicamentos a que tiene derecho en el sistema de salud: "PENDIENTE", "NO POS" y conoce el calvario que inicia con esas dos frases.

En medio de la crisis de la Salud se intenta minimizar el problema del suministro de productos farmacéuticos, ya que al parecer de puertas para afuera de las clínicas la situación es de "sálvese quien pueda" y no se le hace el seguimiento a este que puede llegar a ser otro carrusel de la salud.

En nuestro país hay dos maneras de ver el negocio de los medicamentos, los que ganan por entregar medicamentos, o sea que cobran por los productos entregados, y aquellos que ganan por entregar así no entreguen, que parece un juego de palabras pero es una realidad.

En los primeros están las Farmacias y Droguerías que facturan por un servicio prestado y un paciente satisfecho, la segunda factura por prestar un servicio así no lo haga y no entregue el medicamento. Son cientos los casos, hablaremos solo de algunos.

Mientras en Colombia hay más de 20.000 sitios donde se pudiese reclamar los productos farmacéuticos con excelente atención y vocación de servicio, siempre uno cerca a la casa o trabajo del paciente, donde la prioridad es entregar para poder facturar, el sistema sanitario termina entregando contratos a empresas que se les paga por capitación, o sea se les paga por atender una población así no la atiendan, situación que se ve reflejada en:

1. Contratos multimillonarios donde la prioridad es el contrato y no el servicio, ya que al pagar por cantidad de usuarios y no por producto entregado, dificultar el acceso se convierte en la prioridad.

2. Infraestructura y dotación deficiente de los establecimientos, mientras a una Droguería se le exigen muchos requisitos, en los dispensarios de estos contratos se nota la improvisación con mobiliario tipo bodega que está obsoleto para un establecimiento farmacéutico y sin contar con el espacio adecuado para el volumen de movimiento de personas y productos.

3. Personal no comprometido, a pesar de que todos tienen títulos académicos para el área, la idoneidad del servicio no es la apropiada, abundan los Químicos Farmacéuticos nominales, los Regentes de Farmacia administrativos y los Auxiliares de Farmacia que solo alcanzan frascos, por ningún lado se cumple con la premisa de Dispensación como Asistencia.

4. Informes amañados que miden la entrega y no el servicio. ¿cuantos casos reales de seguimiento a pacientes ambulatorios? ¿Que datos sobre la autoprescripción? ¿Cuantos casos de farmacovigilancia?

Al parecer las autoridades desconocen la función de la Farmacia, se limitan a dar vistos buenos a aspectos técnicos y administrativos solamente, no hay seguimiento a las quejas, no hay seguimiento al servicio y el paciente queda abandonado a su suerte en esta política de "sálvese quien pueda".

De esta situación no se salva ni los llamados "regímenes especiales", ver como sufren los docentes, los militares y los ancianos pensionados de las cajas de previsión es la mejor radiografía de una realidad que todos vemos pero que a nadie le preocupa.

Este karma por la que pasamos todos los Colombianos tiene una solución: cambiar el modelo de suministro, pagar por servicio y producto entregado, un mercado que maneja muy bien las droguerías y que sería un paso importante para iniciar la profesionalización del sector de la farmacia comunitaria.

Mientras esta situación ocurre en las puertas de los dispensarios, donde pocos usuarios pasan horas esperando una mala atención ya que la gran mayoría preferimos adquirir los productos y no luchar contra el sistema, la mayoría de estas empresas que manifiestan que esto no es negocio siguen creciendo en contratos multimillonarios.

El negocio de la no entrega de los medicamentos tiene un costo para la Salud de los Colombianos que al parecer nadie quiere enfrentar.

domingo, 22 de mayo de 2016

El atraso de la Farmacia en Colombia, un tema de Educación


Una de las razones del atraso en décadas que presenta la Farmacia en Colombia y que va desapareciendo paulatinamente ante el avance de los Supermercados que además venden medicamentos, está precisamente en que la academia insiste tercamente en que la Regencia de Farmacia es una carrera técnica y no asistencial, por eso enseña el que no hace, incluso en formación por competencias donde enseña quien no es competente como Regente de Farmacia.

La razón de ser de la Regencia de Farmacia es la Comunidad, es apoyar al paciente en el uso adecuado de los medicamentos y aportar a su bienestar, sin embargo desde el 2005 la academia, ante la falta de una política farmacéutica efectiva, comenzó a formar al Regente de Farmacia como "apoyo al servicio farmacéutico" que incluso compiten con los verdaderos apoyos, los auxiliares en servicios farmacéuticos.

Aunque algunas universidades han respetado la esencia de la profesión y han estimulado a los Regentes de Farmacia para que estudien carreras profesionales complementarias y sigan siendo los docentes e incluso coordinadores del programa, desafortunadamente son las instituciones de formación "Express" y que prestan el programa a institutos los que desconocen la profesión y no cuentan con recurso humano idóneo en el área, precisamente en lugares donde debería ser más competente por las necesidades sociales y para que esos nuevos profesionales puedan aplicar en los grandes centros urbanos. Estas últimas se han convertido en fabricas de centenares de títulos sin ninguna responsabilidad social.

El mayor error de la academia, tanto por acción por omisión, ha sido creer que la Regencia de Farmacia es una carrera técnica que puede dictar cualquier profesional que termina compartiendo aquello que no hace y que no entiende, esto incluso es ilegal ya que pasa por encima de la Ley del Regente de Farmacia que dice que la docencia es uno de sus campos de ejercicio profesional.

Es claro que para ser Regente de Farmacia se requiere un grupo de docentes de diferentes áreas, pero hay áreas que son específicas que deben ser compartidas desde la experiencia y no solo desde los textos, entre ellas:

1. Introducción a la Regencia de Farmacia, es aquí donde se comienza a construir la identidad.
2. Administración de Farmacias, que curiosamente en muchas universidades la enseñan quien nunca ha administrado una Farmacia Comunitaria, el campo natural del Regente de Farmacia
3. Atención Farmacéutica, que en campo del Regente de Farmacia se orienta hacia la dispensación y asistencia farmacéutica, pero termina siendo dictada por quien nunca habla con el usuario ambulatorio y mucho menos con su comunidad.
4. Práctica Profesional, que termina siendo verificada en un Hospital ya que quien lo verifica no conoce otro campo de acción.
5. Emprendimiento, que por lo general lo dicta quien nunca dejó de ser empleado.

Todo esto afecta no solo la Regencia de Farmacia, afecta la salud pública, en Colombia ejerce la Farmacia quien no la estudia ya que el que la estudia se esconde tras un escritorio y un proceso.




La Ley que desconoce el Regente de Farmacia


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Tres motivaciones tengo para hablar de este tema crucial para la profesión en este momento:

1. Julián Roman buscando una Ley que reconozca los derechos de los artistas.
2. Un borrador de un trabajo en la Universidad del Tolima donde habla de la necesidad de profesionalizar la Regencia de Farmacia o al menos darle Especializaciones
3. Una colega del occidente del país que me dice que la Universidad la orientó para ser "la mano derecha del Químico Farmacéutico".

Todo esto evidencia que el Regente de Farmacia desconoce su Ley del Ejercicio que se plasma en la Ley 485 de 1998 y que para muchos fue apenas un tema que se tocó en clase de Legislación,situación preocupante para la Profesión pero especialmente para la Comunidad que requiere con urgencia Farmacias Profesionales como respuesta a la proliferación de Droguerías Supermercados.

Observando como los artistas buscan leyes que protejan su trabajo y llegan hasta el Congreso a hacerlo, es increíble observar que la Regencia de Farmacia que la tiene y que le permite a la sociedad contar con el agente sanitario más cercano e importante termine desconociendo la Ley que le da autonomía.

Es tal el desconocimiento de la Ley que muchos esperan que sea el Estado quien organice el Consejo Nacional de Regencia de Farmacia, cuando la misma Ley dice que es nuestra responsabilidad.

Pero esa misma Ley le da autonomía plena al permitirle ser Director Técnico en más del 80% del Servicio Farmacéutico del país: Farmacias, Droguerias, Depósitos de Medicamentos, Agencias de Especialidades, Farmacias Homeopáticas Nivel I, Servicios Farmacéuticos en Baja Complejidad y Ambulatorios. Mal sumados esto representa más de 50.000 oportunidades laborales frente a las menos de 5.000 oportunidades que le ofrece ser el auxiliar o el apoyo en la industria o en los servicios farmacéuticos de mediana y alta complejidad. Eso sin contar el emprendimiento como la más importante opción.

Esa autonomía es también una gran responsabilidad del cumplimiento de los objetivos de la Política Farmacéutica Nacional (Conpes 155) y sobre todo del apoyo al paciente en el uso adecuado de los productos farmacéuticos, de ahí que para nosotros la dispensación es una responsabilidad asistencial que muchos dejan en manos de los auxiliares y empíricos.

Es tanto el desconocimiento que permitimos que normas menores a la Ley hayan intentado quitarnos la producción de medicamentos magistrales y desconocer la dirección técnica de farmacias intentando dejar un QF por cada 5 droguerias. (decreto 2200 de 2005 corregido en el 2330 de 2006), también permitimos que el modelo de gestión (resolución 1403 de 2007) nos dejara sin la posibilidad de dar atención farmacéutica y prohíbe la labor en las centrales de mezclas, y para finalizar el desconocimiento de la Ley por parte de las misma autoridades, en la Resolución 2003 de 2014 dice que los Manuales de Procesos y Procedimientos de Baja Complejidad y Ambulatorio deben estar elaborados por un Químico Farmacéutico, pasando por encima de la autonomía de la Dirección Técnica.

En la segunda parte el borrador de un grupo de estudiantes de la Universidad del Tolima es interesante observar como grupos aislados de la academia se preocupan por ver más allá de la tecnología sintiendo la necesidad de profesionalización y especializaciones.

En ese trabajo se encontraron con la existencia de la única especialización que se denomina "Especialización Tecnológica en Regencia de Farmacia", lo que les genera una inquietud ¿No son acaso Regentes de Farmacia?, ellos plantean especializaciones en Farmacia Comunitaria, en Farmacia Hospitalaria, en Auditoria a los Servicios Farmacéuticos, en Farmacia Industrial, en conclusiones especializaciones que suplan las necesidades de la Comunidad.

Por último y tal vez lo más preocupante: que las nuevas generaciones de Regentes de Farmacia hayan perdido su identidad, desconozcan el término Regentar y terminen considerándose "la mano derecha del Químico Farmacéutico".

La mano derecha del Servicio Farmacéutico a todo nivel es el Auxiliar en Servicios Farmacéuticos, para eso se entrena y casi todos son excelentes. Tanto es la falta de identidad de muchos colegas que intentan suplir a los auxiliares con la idea de que tarde o temprano todos los auxiliares de farmacia deberán ser Regentes de Farmacia.

Esto último es el reflejo de lo que perciben muchos estudiantes y recién egresados de lo que ellos consideran su profesión y que claramente no lo es porque no la conocen, pero también es el reflejo de lo que se forma en las universidades que prestan el programa a fábricas de títulos para grandes empresas o de las instituciones que dan títulos en menos tiempo del requerido solo para engrosar estadísticas.

Todo tiene su lado, mi padre decía "en tierra de ciegos el tuerto es rey" y esta gran deficiencia de miles de colegas se ha convertido en la gran oportunidad de los Regentes de Farmacia que ejercen como profesionales a todo nivel.