domingo, 22 de mayo de 2016

La Ley que desconoce el Regente de Farmacia


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Tres motivaciones tengo para hablar de este tema crucial para la profesión en este momento:

1. Julián Roman buscando una Ley que reconozca los derechos de los artistas.
2. Un borrador de un trabajo en la Universidad del Tolima donde habla de la necesidad de profesionalizar la Regencia de Farmacia o al menos darle Especializaciones
3. Una colega del occidente del país que me dice que la Universidad la orientó para ser "la mano derecha del Químico Farmacéutico".

Todo esto evidencia que el Regente de Farmacia desconoce su Ley del Ejercicio que se plasma en la Ley 485 de 1998 y que para muchos fue apenas un tema que se tocó en clase de Legislación,situación preocupante para la Profesión pero especialmente para la Comunidad que requiere con urgencia Farmacias Profesionales como respuesta a la proliferación de Droguerías Supermercados.

Observando como los artistas buscan leyes que protejan su trabajo y llegan hasta el Congreso a hacerlo, es increíble observar que la Regencia de Farmacia que la tiene y que le permite a la sociedad contar con el agente sanitario más cercano e importante termine desconociendo la Ley que le da autonomía.

Es tal el desconocimiento de la Ley que muchos esperan que sea el Estado quien organice el Consejo Nacional de Regencia de Farmacia, cuando la misma Ley dice que es nuestra responsabilidad.

Pero esa misma Ley le da autonomía plena al permitirle ser Director Técnico en más del 80% del Servicio Farmacéutico del país: Farmacias, Droguerias, Depósitos de Medicamentos, Agencias de Especialidades, Farmacias Homeopáticas Nivel I, Servicios Farmacéuticos en Baja Complejidad y Ambulatorios. Mal sumados esto representa más de 50.000 oportunidades laborales frente a las menos de 5.000 oportunidades que le ofrece ser el auxiliar o el apoyo en la industria o en los servicios farmacéuticos de mediana y alta complejidad. Eso sin contar el emprendimiento como la más importante opción.

Esa autonomía es también una gran responsabilidad del cumplimiento de los objetivos de la Política Farmacéutica Nacional (Conpes 155) y sobre todo del apoyo al paciente en el uso adecuado de los productos farmacéuticos, de ahí que para nosotros la dispensación es una responsabilidad asistencial que muchos dejan en manos de los auxiliares y empíricos.

Es tanto el desconocimiento que permitimos que normas menores a la Ley hayan intentado quitarnos la producción de medicamentos magistrales y desconocer la dirección técnica de farmacias intentando dejar un QF por cada 5 droguerias. (decreto 2200 de 2005 corregido en el 2330 de 2006), también permitimos que el modelo de gestión (resolución 1403 de 2007) nos dejara sin la posibilidad de dar atención farmacéutica y prohíbe la labor en las centrales de mezclas, y para finalizar el desconocimiento de la Ley por parte de las misma autoridades, en la Resolución 2003 de 2014 dice que los Manuales de Procesos y Procedimientos de Baja Complejidad y Ambulatorio deben estar elaborados por un Químico Farmacéutico, pasando por encima de la autonomía de la Dirección Técnica.

En la segunda parte el borrador de un grupo de estudiantes de la Universidad del Tolima es interesante observar como grupos aislados de la academia se preocupan por ver más allá de la tecnología sintiendo la necesidad de profesionalización y especializaciones.

En ese trabajo se encontraron con la existencia de la única especialización que se denomina "Especialización Tecnológica en Regencia de Farmacia", lo que les genera una inquietud ¿No son acaso Regentes de Farmacia?, ellos plantean especializaciones en Farmacia Comunitaria, en Farmacia Hospitalaria, en Auditoria a los Servicios Farmacéuticos, en Farmacia Industrial, en conclusiones especializaciones que suplan las necesidades de la Comunidad.

Por último y tal vez lo más preocupante: que las nuevas generaciones de Regentes de Farmacia hayan perdido su identidad, desconozcan el término Regentar y terminen considerándose "la mano derecha del Químico Farmacéutico".

La mano derecha del Servicio Farmacéutico a todo nivel es el Auxiliar en Servicios Farmacéuticos, para eso se entrena y casi todos son excelentes. Tanto es la falta de identidad de muchos colegas que intentan suplir a los auxiliares con la idea de que tarde o temprano todos los auxiliares de farmacia deberán ser Regentes de Farmacia.

Esto último es el reflejo de lo que perciben muchos estudiantes y recién egresados de lo que ellos consideran su profesión y que claramente no lo es porque no la conocen, pero también es el reflejo de lo que se forma en las universidades que prestan el programa a fábricas de títulos para grandes empresas o de las instituciones que dan títulos en menos tiempo del requerido solo para engrosar estadísticas.

Todo tiene su lado, mi padre decía "en tierra de ciegos el tuerto es rey" y esta gran deficiencia de miles de colegas se ha convertido en la gran oportunidad de los Regentes de Farmacia que ejercen como profesionales a todo nivel.

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